Raspados y Churros Sol es la empresa de María Teresa Guzmán Navarro, una emprendedora orgullosamente aguascalentense que ha desarrollado un interesante modelo de negocio en el área de alimentos.
Su propuesta: postres congelados que al hornear por unos cuantos minutos saben como recién hechos
Su negocio nació hace 15 años como un pasatiempo, la tenacidad de la emprendedora y la innovación les ha dado un lugar en el mercado local y recientemente en Estados Unidos.
La empresa tiene una fábrica donde producen churros congelados listos para freír, un producto que ha llamado fuertemente la atención en México y el extranjero. Actualmente exportan a Cancún, Tijuana, San Luis Potosí, Querétaro, Jalisco, Guanajuato, entre otros y a Los Ángeles y Huston.
La empresa elabora alrededor de 32 mil churros mensuales de calidad internacional, pues tienen la aprobación de la FDA y cuentan con todos los requerimientos necesarios para ser exportados los cuales tienen una caducidad de hasta 12 meses en congelación.
Es un proceso especial el que le damos a la masa porque lo elaboramos desde cero y tenemos un sistema de ultra congelación que permite que si lo pasamos a la freidora por unos 3 o 4 minutos no hay ninguna diferencia entre este y un churro convencional no congelado.
15 años de sabor y tradición
María Teresa es una de los beneficiadas de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial (SEDRAE), de quien este año recibió un equipo de congelación (abatidores de temperatura) que le permitirá incrementar su producción.
Actualmente la marca ya cuenta con toda una línea de postres congelados listos para consumir, como arroz con leche, fresas con crema, carlota de limón, pastel de guayaba, y panes de elote y zanahoria.
¡Conócelos!
Raspados y Churros Sol cuenta con un punto de venta al norte de la ciudad (Calle Sierra Fría #529C, Fracc. Bosques) donde venden raspados con jarabes 100 por ciento naturales de hasta 36 sabores diferentes en temporada y los populares churros rellenos.
