Desde 1964, la compañía fundada por don Luis Ferruccio Cetto ha depositado su confianza en esta pequeña entidad, ubicada en el corazón de la República Mexicana, instalando sus más de 700 hectáreas de viñedos en el Valle de las Delicias. Desde entonces Valle Redondo ha logrado posicionarse exitosamente en el país.
Hace cinco años la empresa introdujo la marca Cuatro Soles al mercado, con lo que logró aumentar su popularidad entre los consumidores mexicanos, incluso en otras partes del mundo, ya que este vino llega hasta Centroamérica y Estados Unidos. Bajo el lema de democratizar el consumo de vino, poco a poco está logrando acabar con las pretensiones que rodean a esta bebida y eliminar la idea de que para tomarlo es requisito indispensable ser un gran conocedor. En sinergia, Cuatro Soles tiene además la ventaja de ser un producto de calidad a precio accesible y hoy en día produce 3 millones de litros con 10 etiquetas diferentes.

Alejandro Cetto, director general de Valle Redondo, comenta que su mercado más grande está en México, con las personas que se inician en la experiencia de degustar esta bebida y que buscan un producto que sea amigable, balanceado y de un sencillo perfil, características que la tierra y el clima de la localidad favorecen.
“Conocemos muy bien las tierras de Aguascalientes y creemos que su microclima es estupendo para lo que buscamos. Sus noches frías y días calientes ayudan a la maduración de nuestras variedades de uva y le otorgan una frutalidad que favorece a nuestros vinos jóvenes”, comenta.
Cuatro Soles sabe que la experiencia de tomar vino puede ser diferente de acuerdo, entre otras características, al tipo de uva, por ello oferta diez etiquetas únicas. Según el director, las más populares son aquellas con un sabor un poco más afrutado, cómo es el caso de Tinto y Merlot.

Con el continuo crecimiento de la marca y cada vez más etiquetas en su catálogo, Alejandro ve con buenos ojos la puesta en marcha de la Ruta del Vino, un producto turístico que para él tiene un gran potencial, ya que ofrece la posibilidad de salir de la rutina, respetando los protocolos sanitarios con actividades al aire libre y en grupos reducidos, apoyando el aumento de oportunidades de trabajo para todas las personas involucradas en el mantenimiento de los viñedos y vitivinícolas.