No es ninguna sorpresa que el sector automotriz atraviesa por una crisis, no sólo derivada de la pandemia COVID19 que ha provocado un fuerte descenso en el comercio mundial, precios más bajos de las materias primas y condiciones más estrictas de financiamiento externo, sino que la industria ya venía arrastrando más de 30 meses a la baja en ventas del mercado interno, así cómo indicadores de producción y exportación en retroceso.
En este contexto, José Zozaya Délano, quien estuvo más de 14 años como presidente, gerente general y representante ejecutivo de Kansas City Southern de México, llega a presidir la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) en donde buscará generar estrategias para impulsar la recuperación de este icónico sector para la economía nacional y local y enfrentar las nuevas reglas del T-MEC.
Frente a su nombramiento, el especialista detalló a Innovación Económica que no es la primera vez que llega a presidir una organización en situaciones adversas, pues la industria ferroviaria pasaba por una momento similar cuando fue nombrado también presidente de Kansas City Southern de México:
“Así llegué a Kansas City en una situación peculiar y así llegó a la industria automotriz en un momento complicado, me gustan los retos, cuando hay potencia y pujanza para resolverlos. Y nadie mejor preparado que el sector automotriz”
comenta Jóse.
Para Jóse, este sector que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) emplea alrededor de 900 mil personas para el armado de vehículos, fabricación de carrocerías y producción de autopartes en México, tiene todo el potencial y fuerza para salir de momento poco favorable:
“Confío que en cuanto se establezca el tema del control de la crisis sanitaria, tendremos una recuperación financiera mucho más rápida que en otras ocasiones. Efectivamente el sector automotriz venía hacia la baja a finales del año pasado y lo que estamos viviendo ahora con la reapertura de las plantas, es el inicio de una recuperación en la venta de vehículos, tanto nacional cómo de exportación.”
explica el presidente.
Esto anudando a la entrada en vigor del T-MEC, que entre sus cláusulas exige una producción de automóviles con un porcentaje de piezas elaboradas en la región, lo cual se espera abrá nuevas posibilidades para las pequeñas y medianas empresas y de un nuevo impulso a la economía mexicana.
Especialmente a Aguascalientes, una entidad automotriz por excelencia, ya que esta industria equivale a poco más del 18.7 por ciento de su PIB, lo que representa un aporte mayor a los 40,000 millones de pesos anuales y equivale a más de 46,000 empleos generados.
“La ubicación de Aguascalientes es un factor fundamental, pero recordemos no lo es todo, hay que dar condiciones de eficiencia y competitividad, eso también lo tiene la entidad. Veo una gran oportunidad para el estado en el que trabajando y acercándose con las armadoras logren un mayor crecimiento de esta industria”
detalló Jóse