Gil Medrano estudió arquitectura pero su verdadera pasión la encontró en el mundo del ciclismo. Su aventura comenzó hace diez años con una bicicleta de montaña y poco a poco se fue adentrando más en este deporte. Con el tiempo formó un grupo de amigos con el mismo gusto por la bicicleta y empezaron a hacer rutas cada vez más largas en la montaña, lo que los preparó para competir profesionalmente.
Después de eso se compró una bicicleta de ruta para así poder seguir asistiendo a competencias y rutas pero con mayor distancia, y fue entonces cuando se preguntó:
“¿Por qué tener que hacer una misma ruta y regresar al mismo punto que viene siendo mi casa?, ¿por qué no llegar a uno y continuar a otros diferentes puntos y así ir sumando distancias?”
Después de replantearse esas inquietudes, Gil empezó a investigar acerca del cicloturismo y fue cuando comenzó a comprar el equipo necesario, se deshizo de sus dos viejas bicicletas y se compró una especial para el cicloturismo, misma que fue equipando para así poder hacer sus viajes.

“Mi primera ruta fue cuando cumplí 28 años, decidí irme a San Miguel de Allende en enero del 2018. Todo fue por carretera y me fui completamente solo, en ese viaje no me llevé cosas para acampar y fui con la idea de hospedarme en lugares. En octubre del 2018 recorrí todos los municipios de Aguascalientes, más de 500 kilómetros y un viaje de cinco días, y después de ese viaje vinieron dos o, tres más viajes antes de decidir compartir mis travesías con Capi, un perro que ahora es mi compañero de viaje”.
¿Cómo te debes preparar para un viaje?
“Lo primero que hago es planear cuántos días me puedo ir debido a mi trabajo y después empiezo a planear la ruta, normalmente en este tipo de viajes es de 60, 70 kilómetros por día, aunque algunas veces se pueden hacer 100 y dependiendo de la distancia decido hasta qué punto llegar y trazo mi ruta en la computadora. Lo que sigue es preparar la bicicleta y juntar todo el equipo, lo que traigo en la bicicleta viene siendo todo lo que ocupo para vivir: una casa de campaña, una bolsa para dormir, estufa, utensilios para cocinar, regadera y productos para aseo personal, equipo fotográfico, botiquín de primeros auxilios, herramientas para arreglar la bicicleta, filtro de agua, comida para mi perro, entre otros”.
“Después, lo que hago es ir a comprar la comida del primer día, tanto para mí como para mi perrito, así como la gasolina para la estufa”.
“Me gustaría mencionar que algunas veces sí me das ganas de improvisar y conocer otros puntos, me guío por mi instinto, nunca se dónde voy a dormir ni dónde voy a comer, el camino lo va diciendo”.

¿Cómo te trata la gente con la que te encuentras?
“Siempre me preguntan cuál es mi destino final y dónde voy a dormir, a mucha gente le da curiosidad esto y siempre me dan recomendaciones del clima y otras cosas, siempre hay también gente que me invita a comer a su casa y pasar a su jardín. Hasta fotos me piden”.
¿Cómo decides en dónde comer y dormir?
“Cuando me da hambre me detengo y como, cuando llega el atardecer, empiezo a pensar en un lugar en el cual dormir y puedo ver en el mapa del celular lugares en los que tengo posibilidad de quedarme. Cuando se está poniendo el sol, dedico una media hora para buscar un buen lugar para pasar la noche, pongo mi casa de campaña, hago mi cena y me baño.

“Estando ahí no piensas en los peligros que pueden pasar, llegas tan cansado que solo vas a dormir”.
Cuando despiertas ¿qué es lo primero que haces?
“Al día siguiente recojo todas mis cosas, hago un poco de yoga, específicamente ashtanga, me preparo y comienzo el día.
“Ya que no hay un punto específico de destino final no tengo ninguna prisa, si veo algún paisaje que me gusta me doy mi rato, saco mis cámaras, mi dron, hago mis tomas y me quedo descansando, de igual manera si veo una presa algunas veces me meto a nadar y juego con mi perrito, lo importante es disfrutar”.
¿Cómo se adaptó tu perro a recorrer los viajes contigo?
“Las primeras veces Capi iba conociendo todo, tanto a las personas como a los animales, se quedaba un poco atrás y ya después me alcanzaba. Se cansaba mucho, al final del día estaba muy agotado pero ahora ya va agarrando condición e incluso ha corrido junto a mi bicicleta por 20 kilómetros. Cuando se cansa simplemente lo subo a la caja y cuando son subidas pesadas, lo bajo y nos vamos caminando”.
“Todas las noches me hospedo en un hotel de mil estrellas, ya que tengo todo el panorama frente a mis ojos. Esa vista me da la oportunidad de reflexionar y tener tiempo para mi solo, por supuesto, también disfruto de la compañía.

“Al principio te da miedo pero sólo es cuestión de animarse y hacerlo”.
¿Cuáles son tus planes a futuro?

“Quiero viajar por todo México, siempre con mi fiel compañero Capi. Entiendo la situación complicada que todos estamos viviendo con la pandemia, pero no quito la idea de mi cabeza.
Si te interesa conocer más de los viajes que ha hecho Gil Medrano, así como todas sus experiencias, puedes ver sus videos en youtube en el canal de GIL MEDRANO.