La industria de lácteos es una de las más competidas en el país, lo cual hace que los productores tengan que buscar alternativas para poder comercializar su producto. A Andrés Alejandro Méndez, esto le quedó claro luego de enfrentarse durante 20 años a un mercado exigente que le costó el quiebre de 3 emprendimientos.
Estas experiencias le han dado al empresario el empuje para iniciar un nuevo negocio basado en el desarrollo de valor agregado para destacar de su competencia; su empresa La Capilla de Santa Rita se dedica a la elaboración de mantequilla concentrada, un producto que en México solo una empresa de capital español produce.
“La mantequilla comercial se compone de un 82% de grasa y un 18% restante de humedad, nosotros le quitamos toda esa humedad y hacemos una mantequilla concentrada que es muy solicitada por las grandes panificadoras”, explica.
La Capilla de Santa Rita trabaja para las empresas del ramo más relevantes a nivel local y nacional.
Como muchas otras empresas, a La Capilla de Santa Rita la pandemia del COVID-19 también le ha afectado, muchos de sus contratos se han puesto en pausa y muchos de sus pedidos han sido cancelados por la baja demanda; este noviembre cumplen 2 meses de trabajar solamente al 15% de su capacidad, pero eso no los ha detenido y no planean que pase. De esta empresa viven 8 familias.
Andrés ha aprovechado el tiempo de pandemia para buscar nuevos contratos en diferentes partes de la república y se ha dedicado a diversificar su catálogo para ofrecer nuevos productos al mercado.
“Es un reto, la situación es complicada pero no me cierro a las oportunidades, estamos tratando de colocar nuestro producto en heladerías y panificadoras más pequeñas, también pensamos en incursionar en el mercado de las margarinas y quizá en la elaboración de quesos maduros”.
El empresario comenta que, a pesar de la situación, cuentan con el apoyo del gobierno. La Capilla de Santa Rita es una de las empresas recientemente beneficiadas por la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial (SEDRAE) con un pasteurizador, pero no solo han recibido apoyo económico, la SEDRAE ha ayudado a la capacitación de sus trabajadores y los han vinculado con centros de investigación y e instituciones de educación superior para impulsar la investigación e innovación de sus productos.