READING

El Centauro: más de 90 años de tradición

El Centauro: más de 90 años de tradición

A lo largo de todo el país, las hay clásicas y tradicionales, ubicadas normalmente en edificios históricos, estos espacios que fomentan la convivencia han pasado a formar parte de la identidad e historia de cada ciudad. 

A pesar de la entrada del siglo XXl y las adaptaciones por las que han pasado, las cantinas tradicionales tienen algo en común, tragos variados, comida abundante, música, pero sobre todo un ambiente lleno de tradición que invita a sentirse en confianza.

Así fue como en 1927 se fundó Cantina El Centauro, en un pequeño local ubicado en la esquina de Vázquez del Mercado y De la Cruz, en el tradicional Barrio de la Purísima, donde en esos años se comenzaron a  reunir ferrocarrileros y trabajadores de esa industria tras arduas jornadas laborales. 

Al comenzar a tener problemas de salud, su dueño Eucadio Jímenez, lo heredó a su hijo Pedro y su esposa Alicia de Lira, quienes lo administraron por los siguientes 15 años, para después pasar a manos de Don Rogelio Jiménez, cuando éste tenía tan solo 15 años. Don Rogelio lo administró exitosamente hasta el año 2020, cuando lo heredó a amigos de la familia. 

Desde sus primeros años, al comenzar a ser concurrido por colegas, compadres y personas mayoritariamente del Barrio de La Purísima, el lugar comenzó a ser conocido como “el rincón de los amigos.” 

Lee también: “Así fue como empezaron las cantinas en Aguascalientes

A lo largo del tiempo, la cantina siguió haciendo honor a este “alias” incluso por los años 80’s, se dice que el icónico basquetbolista del estado, Norberto Mena frecuentaba mucho el lugar y cuando este participó en los Panamericanos de 1983 con la selección nacional contra Estados Unidos, donde en ese entonces también jugaba Michael Jordan, la gente del barrio se congregó en el bar para ver jugar al basquebolista hidrocálido, pues el Centauro era de los pocos lugares en ese entonces con televisión satelital. 

Carlos Gutiérrez y Erick Rodrigo Trujillo, actuales administradores del lugar, comentan que a la fecha siguen visitándolos hijos y nietos de clientes frecuentes, pues su idea es seguir con la esencia de la cantina, un lugar pequeño, íntimo, tradicional, en el que el personal conozca los gustos de cada cliente.


RELATED POST