La empresa WG Fuentes, de la cual la mayoría de los socios fundadores son egresados de la Universidad Panamericana (UP), desarrollaron un sistema de compresión mecánica autómata de bolsa de respiración para auxiliar a pacientes con COVID-19 y de esta manera elevar su esperanza de vida.
Manuel Romo Badillo, quien es egresado de la maestría en Ciencias con especialidad en robótica por la UP campus Aguascalientes, explica que el dispositivo fue creado con materiales de bajo costo, pues la mayoría de la electrónica utilizada proviene de Steren y el motor que necesita para su funcionamiento es similar al de un limpiaparabrisas Volkswagen.
Esto con el objetivo de que sea accesible para un mayor número de personas en todo el mundo, y de esta forma salvar más vidas:
“La idea es que si se logra comercializar, se pueda producir en masa y no tenga el problema que tienen los demás ventiladores, los cuales tienen sensores de presión o componentes muy especializados que son escasos a nivel mundial “ comenta Manuel.
El sistema ya ha realizado de manera exitosa pruebas de funcionamiento en el Hospital Miguel Hidalgo y el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán en Ciudad de México, actualmente los especialistas se encuentran en diálogo con autoridades de Puebla para la distribución del dispositivo en hospitales de pequeñas comunidades de tal estado.
De lograr ser comercializado, el sistema elevaría en gran medida la esperanza de vida en pacientes infectados con COVID-19, ya que como bien se sabe, el coronavirus produce síntomas similares a los de la gripe, entre los que se incluyen fiebre, tos seca, disnea, mialgia y fatiga. En casos graves se caracteriza por producir neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda, sepsis y choque séptico que conduce a alrededor del 3 % de los infectados a la muerte.
Es durante la presencia de estos síntomas más graves, en que aproximadamente un 5% de los infectados requiere entrar a una unidad de cuidados intensivos en la que son conectados a respiradores artificial. Si el hospital no cuenta con suficientes de estos dispositivos, es necesario que una enfermera o paramédico use una bolsa de respiración, conocida como AMBU (Airway Mask Bag Unit, por sus siglas en inglés) de forma manual para proporcionar la ventilación positiva que el paciente requiere.
Esto representa un problema grave, ya que una persona no resiste más de 10 minutos realizando esta actividad de manera repetitiva y eficaz para garantizar que el paciente siga respirando.
Con un sistema mecánico como el que se propone, de bajo costo, accesible, de uso sencillo y con el que se logre bombear de manera constante la ventilación necesaria, el infectado tendrá una mayor posibilidad de sobrevivir.