Conocer el verdadero valor de tu producto y diseñar una estructura productiva que responda a esta calidad y potencial, es un gran reto para toda empresa, sin embargo, el primer paso siempre está en aprender a mirar con otros ojos y expandir nuestra visión para traspasar más fronteras, no sólo productivas, sino físicas para llegar a más mercados.  

Así fue como la marca “De la Casa” pasó de ser un hobbie a una empresa familiar que ya distribuye en diferentes puntos del país. Laura Trejo, una de sus fundadoras explica que todo comenzó en su núcleo familiar, ya que tanto su abuela como la abuela de de su esposo tenían la tradición de preparar conservas para sus allegados. Retomando estas recetas y legado familiar, durante intercambios en épocas decembrinas, estas mezclas tomaron un papel protagónico como regalo. 

Comenzaron a prepararlas más a menudo para recaudar recursos para campamentos o eventos scouts, pero no fue hasta el año pasado en que empezaron a verlo como una marca con gran potencial. 

Si bien sus procesos y recetas son 100% familiares, libres de conservadores y saborizantes artificiales, De la Casa mermeladas y conservas gourmet busca elevar esas raíces hacia un nuevo concepto: 

“Hemos descubierto un nuevo mercado, no solamente el de quien busca el bienestar a través de sabores del hogar que recuerdan a la cocina de la abuela, nuestro productos gourmet invitan a probar una nueva experiencia sensorial” 

Visión que traspasa fronteras

Con sabores como pepino con hierbabuena, jamaica, piña y jengibre, frambuesa y zapallo, cada uno de sus productos te invita a degustar tan sólo con su olor distintivo. Chiapas, Estado de México, CDMX y San Luis Potosí, son algunas de las ciudades que ya incorporan en su cocina y reuniones esta exposición de sabor. 

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Laura comenta que la claridad con la que comenzaron a vislumbrar su producto como de alta gama, no fue una coincidencia, pues asistieron a asesorías, cursos y talleres, con expertos que los invitaron a cambiar de visión: 

“Con el  acercamiento que tuvimos con SEDEC, se nos dió la oportunidad de evaluar nuestro producto, lo cual nos abrió un espectro de posibilidad más amplia. A través de ojos más profesionales y una visión más amplia de nuestros mentores nos dimos cuenta que nuestro producto no es solo una mermelada, sino una mermelada gourmet.” concluye Laura. 

Contacta a De la Casa a través de sus redes sociales: @DelaCasa