Por Juan Carlos Carranco, consultor DICOI
El crecimiento empresarial está determinado por nuestro desarrollo personal; pues es a partir de nuestra percepción e interpretación del mundo que vivimos, cómo estructuramos nuestros pensamientos, nuestros deseos, esto implica que al relacionarnos con otras personas enfrentamos o compartimos nuestras diferentes percepciones de la realidad que generalmente nunca serán idénticas.
Lo anterior obviamente conduce a falsas elucidaciones de lo que el otro está pensando o haciendo lo que conlleva a diferencias que pueden llegar a parecer antagónicas, ya que cada quien piensa que está en lo correcto y que es el otro el que está mal; y desde esta posición tratamos de liderar o imponer nuestro criterio personal haciendo difícil o impensable el trabajo en equipo.
Po ello debemos entender que cada uno de nosotros como seres irrepetibles hemos crecido con diferentes conocimientos, habilidades y formas de enfrentar la vida que nos hacen únicos pero no por ello significa que los conocimientos, destrezas y actitudes de las otras personas no tengan tanto valor como lo nuestro, al contrario hay que reconocer y aprovechar nuestras diferencias para complementarnos pues somos humanos y no contenemos todo el conocimiento, toda la experiencia, toda la verdad.
Colaboración y empatía: clave para el crecimiento

En este sentido todos podemos ser líderes en un momento en alguna parte de la realidad que vivimos de acuerdo a nuestros conocimientos. El buen líder es aquel, que en perspectiva de los logros a alcanzar, valore los saberes de los demás para llevar a buen puerto la embarcación, integrando en el trabajo de equipo los conocimientos de todos para lograr el desarrollo esperado con una distribución de cargas de trabajo equitativas acordes a las capacidades y posibilidades de cada persona, estableciendo un ambiente laboral motivador que permita a la vez el crecimiento personal.
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El poder participar en las decisiones que se toman en la empresa, grupo u organización, conocer los objetivos comunes que en una visión de corto a mediano plazo nos den seguridad y permitan sentirnos parte de ese algo, fortalece nuestra valorización como individuos y desarrolla nuestro sentido de pertenencia y nos motivan a seguir, evitando riesgos psicosociales como estrés o ansiedad; mejorando el ambiente laboral y su productividad.
Lo esencial para el logro de lo postulado anteriormente es desarrollar la capacidad de comunicarnos asertivamente de tal forma que expresemos en forma clara directa concreta y sencilla nuestros pensamientos a los demás, sin presuponer o interpretar la información que recibimos pues recordemos que cada persona percibe la realidad de forma diferente; aprendamos a escuchar y valorar el testimonio de las otras personas, reconozcamos que nuestros saberes tienen el mismo valor que los demás busquemos el espacio, el punto medio de acuerdo donde se complementan y crecen.
La vida siempre nos enseña, solo hay que aprender de ella.
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